(Español) Cómo reducir la presencia de ácaros en tu cama
¿Sabias que cientos de miles e incluso millones de ácaros comparten cama contigo noche tras noche? Pues así es. Si eras ajeno a esta realidad y no quieres que el descubrimiento te robe el sueño de aquí en adelante, te contamos algunos sencillos trucos para que mantengas tu cama lo más libre posible de ácaros que, además, pueden acabar potenciando alergias y problemas de asma.
- Evita hacer la cama nada más levantarse.
Dejar la cama sin hacer mientras uno prepara y toma el desayuno y se arregla para salir (e incluso algo más) es, además de un ideal para muchos, la fórmula perfecta para contener los ácaros.
Esto es así porque cuando se hace la cama nada más levantarse, el calor corporal permanece y, con él, las células viejas que se desprenden cuando estamos dormidos. Que corra el aire y que se exponga el interior de la cama a la luz diurna será un antídoto eficaz para controlar la presencia de estos organismos.
- Asegúrate de que no queda rastro de humedad.
Si el calor corporal da pie a que, entre tus sábanas, se cree el ambiente perfecto para que los ácaros campen por ellas, la sudoración nocturna hará el resto. Hacer la cama sin asegurase de que esa humedad se retira totalmente es un error que tendrá consecuencias, ya que favorecerá la permanencia de los ácaros. Por ello, la regla anterior (la de dejar que avance la mañana antes de llevar a cabo esta tarea) cobra aún más importancia, ya que lo ideal es no hacer la cama hasta que las sábanas estén completamente secas y ventiladas.
- La higiene, fundamental.
Mantener las prendas de la cama lo más limpias que puedas será un elemento fundamental para contener los ácaros. Por ello, lava las sábanas y las fundas de la cama con regularidad (cada semana o cada dos, como máximo) y asegúrate de que toda la ropa de cama está bien seca antes de ponerla de nuevo. Para reforzar la eficacia de este proceso, puedes emplear un ciclo de lavado antibacteriano o, en el caso de que tu lavadora no lo tenga, uno a alta temperatura, a unos 60 grados.
Aunque la presencia de ácaros es inevitable, con estos sencillos pasos podrás reducirla al máximo. Seguirlos te aportará beneficios, tanto para que estos organismos no te priven del sueño, como para evitar ataques de asma y alergías que pueden ser causadas o agravadas a causa de los ácaros.